Demasiada IA veo yo

Cada año, al acabar el Blanc!, enviamos a los asistentes algunas preguntas y cuestiones respecto a la edición, para que nos den su feedback y así poder mejorar de cara a futuras ediciones. Una de las respuestas nos llamó mucho la atención, porque criticaba de manera constructiva, que había mucha inteligencia artificial en los contenidos del festival. Y eso nos hizo reflexionar sobre algo que creíamos que ya era habitual, como el uso de la IA en nuestro día a día. Porque si hubo “mucha IA” en los contenidos, es porque, por un lado hemos elegido proyectos con una clara tendencia a la innvoación y experimentación en IA, pero por otro, muchos profesionales ya lo utilizan en sus procesos creativos.

 

La IA se ha colado en nuestro workflow

El mundo del diseño gráfico (y cualquier disciplina creativa en general) ha sido testigo de transformaciones radicales a lo largo de las décadas, pero pocas han provocado tanto debate como la llegada de la inteligencia artificial (IA). Entre el entusiasmo y el temor, las personas diseñadoras se encuentran en un cruce de caminos: ¿es esta tecnología una amenaza o una oportunidad para redefinir el rol creativo? ¿El auge de las aplicaciones de creación de material gráfico y audiovisual de calidad nos quitará el trabajo?

El lado positivo de la IA: Más tiempo para lo que importa

Imagina todas esas tareas tediosas que antes devoraban nuestros días: redactar propuestas, crear wireframes o buscar referencias visuales. Con herramientas de IA como ChatGPT o MidJourney, este trabajo puede resolverse en minutos, liberándote para concentrarte en lo que realmente amas: crear.
La IA no está aquí para reemplazarnos, sino para quitarnos de encima lo que nos pesa y darnos alas para lo que nos impulsa. Al delegar las tareas mecánicas, las diseñadoras pueden enfocarse en conceptos estratégicos y narrativas auténticas, esenciales en una era de hiperconexión. Porque no nos equivoquemos. No serán esas aplicaciones las que nos quiten el trabajo, sino otras profesionales que sepan utilizar la IA a su favor, acelerando procesos y optimizando tareas.

 

Solo tú puedes inyectar intuición, emoción y alma a cada diseño

Lejos de competir contigo, la IA es tu asistente perfecto. Te escucha sin juzgar, genera ideas al instante y nunca se cansa de reescribir ese mail incómodo. Desde sugerencias de titulares hasta análisis de tendencias de branding, la IA potencia tu capacidad para tomar decisiones estratégicas más rápido. Pero aquí está la clave: tú sigues siendo la directora creativa. El factor humano sigue siendo el diferencial definitivo en un mercado saturado de automatización​.

 

¿Hacia dónde va el diseñador del futuro?

La evolución es inevitable. La IA no solo acelera procesos, sino que empuja a las diseñadoras a dejar atrás el papel de ejecutoras técnicas y asumir el liderazgo como estrategas creativas. Esto implica repensar nuestro rol, no como una “pulsadora de píxeles”, sino como una orquestadora de experiencias.
En el contexto de la polarización actual, donde las marcas tienden a elegir entre extremos para destacar, la diseñadora del futuro necesita moverse con destreza entre humanidad y tecnología​​.

 

IA y autenticidad: ¿Amigos o enemigos?

Es cierto que existe el miedo a perder autenticidad. Sin embargo, las marcas y las creativas tienen en sus manos la posibilidad de usar la IA para optimizar procesos sin sacrificar la esencia de su trabajo. Un ejemplo brillante es cómo Pentagram utilizó la IA para generar un sistema gráfico infinito, con el que el cliente puede crear infinidad de iconos, imágenes y recursos gráficos, sin salirse de los límites marcados por la identidad gráfica.

¿Estás lista para ser la maestra de tu orquesta creativa?

Adoptar la IA no es un lujo, es una necesidad en un mercado competitivo. Las herramientas están ahí, listas para transformar tu flujo de trabajo y liberar tu creatividad. Así que, en lugar de temer, toma el control. El diseño se mueve entre extremos: ¿serás reactiva o proactiva, humana o tecnológica? La respuesta está en tus manos​.