La 12a edición del festival Blanc! llegaba este año en un formato 100% digital debido a la nueva realidad en la que nos hemos visto inmersos desde el mes de marzo. Un nuevo reto superado con nota por un festival que se ha ido consolidando a lo largo de más de una década y que ha seguido apostando, un año más, por traernos el mejor diseño.
Desde I am Nuria e Impressus, por 4o año consecutivo, lo hemos vivido al 100%. Incluso nos atrevemos a decir que la experiencia de este año ha sido no solo enriquecedora, sino que nos ha puesto en una tesitura muy propia de nuestro día a día: la de romper límites y techos de imposibles. Además, el marco digital en el que se ha desarrollado esta edición ha propiciado que nuestro mensaje llegara de manera inmediata a una audiencia más amplia. Ponerse ante una cámara ha merecido muchísimo la pena.
Nuestra intervención se centró en mostrar ejemplos de piezas y soluciones en el ámbito de la consultoría creativa en producción impresa demostrando que gracias a la experiencia que acumulamos en todo tipo de proyectos se pueden ofrecer resultados muy variados y con materiales y acabados que, a veces, rozan lo imposible.
El mundo de las gráficas sigue avanzando con novedades de soportes de papeles y actualizaciones de maquinaria de última tecnología. Este hecho alimentado con alternativas creativas, nos ofrece un frente con un sinfín de posibilidades que evaluamos con detalle para ponerlas a disponibilidad de los creativos más osados.
Una de las piezas que quizás resume mejor la naturaleza creativa de nuestro trabajo y el amplio abanico de técnicas gráficas aplicadas que podemos llegar a producir es el proyecto “Mañana sin falta”, creado y diseñado por Vasava y producido por I am Nuria. Un proyecto que recoge propuestas creativas muy diferentes y que demuestra algo en lo que ambos creemos firmemente: «siempre hay una alternativa, un plan B».
Aunque la idea de tener un avatar de videojuego nos ha fascinado (y podemos incluso demostrar que nos hemos echado algunos cuantos bailes ;-), no negaremos que hemos echado un poco de menos las conversaciones con las personas que se acercaban a nuestro stand y la complicidad que se generaba durante las intensas horas del Festival.
Una vez hecho este pequeño disclaimer sentimentalista queremos concluir con una lanza a favor de la digitalización de esta edición y es que la valentía y perseverancia del equipo del Blanc! de seguir adelante con el festival nos ha forzado a salir de la llamada “zona de confort”; un concepto que, con el contexto actual de incertidumbre, queda claro que ha pasado a mejor vida. Renovarse o… quedarse fuera. Esta es la cuestión.
Gracias Blanc! Vuestra esencia sigue intacta.