24—26 Oct. 2024
Vilanova i la Geltrú - Barcelona

Coco Cerrella es activista gráfico y da clases de diseño gráfico en universidades y escuelas de diseño públicas y privadas.
Una vez a la semana, una de esas clases, la dicta en la cárcel de Devoto, una cárcel de máxima seguridad ubicada en Villa Devoto, Buenos Aires.

Al principio su labor era de la de ayudar a montar una cooperativa que funcionaría como imprenta, y con el tiempo (ya van más de 10 años) se transformó en un taller de diseño de cartel social.

Una experiencia que le demostró que se puede enseñar al mismo tiempo que se aprende, desde la humildad del docente que aprecia esas pequeñas enseñanzas de sus alumnos y alumnas.

 

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El catalizador

Siendo docente en la Universidad de Buenos Aires, Coco conoce el programa UBA XXII. Un Programa de la UBA que dicta carreras de grado con modalidad presencial y actividades de Extensión en establecimientos del Servicio Penitenciario Federal.
La vena activista y de conciencia social ya corría desde hacía tiempo por sus venas, y se preguntó si sería posible dar clases de diseño gráfico en la cárcel.

Comenzó a tirar del hilo, y gracias a la ayuda de Estela Cammarota, coordinadora de la carrera de Ciencias Económicas en la Cárcel de Devoto desde hace más de 30 años, consiguió acceder al programa. Al principio el objetivo era crear una imprenta que a modo de cooperativa, funcionaría tanto dentro como fuera de la cárcel. Con el tiempo, y una vez formado y arrancado ya el proyecto de la cooperativa, el programa fue mutando hacia lo que es hoy: un taller de cartel social por los derechos humanos.

 

 

Vocación de docente

Era como si todo lo que hubiera aprendido hasta ese momento lo condujera hasta allí. Coco descubrió temprano su vocación docente, y sabía que con el diseño gráfico se podría hacer mucho más que vender cartones de detergente. Se recibió de Diseñador Gráfico en el 2001, al mismo tiempo que en Argentina estallaba una de las peores crisis económicas y sociales de la historia del país. Fue quizás el detonante de esa conciencia social que ha crecido en su interior y que hoy se materializa en sus enseñanzas.

 

El diseño gráfico como factor de cambio

Mucho se habla de la concienciación social y medioambiental en las universidades y centros de enseñanza, y del papel del diseño gráfico como agente de cambio. Como dice Coco, los problemas del mundo provienen de un problema en la comunicación y la falta de entendimiento. Y el diseño de la comunicación visual tiene un gran papel que asumir, pero pocas son las personas que como él sienten la responsabilidad de hacer algo al respecto.

¿Cómo podemos actuar por y para el cambio si ya el día a día se come nuestras horas? Como bien dice Coco, no hace falta meterse en una cárcel, o visitar hospitales de niños o ayudar en los centros de alimentos. Cada uno de nosotros, desde  nuestra parcela, podemos hacer nuestra aportación. Si eres docente, desde la enseñanza y la transmisión de valores relacionados a la conciencia social y medioambiental. Si eres profesional, seleccionando con cuidado los proyectos y clientes para los que trabajas (Tabacaleras, Petrolíferas, Indumentaria de fabricación sospechosa, ideologías extremas en forma de Partidos Políticos, etc).

 

 

Como docente se enseña, pero también se aprende

Cuenta Coco que antes de lanzarse a la hoja en blanco, les pide a sus alumnos y alumnas que redacten la idea por escrito, para luego desarrollarla gráficamente. Y sucedió una vez, que unos de sus alumnos de la cárcel, con cierta vergüenza en su rostro, le explicó que no sabía leer ni escribir.
Nunca, hasta ese momento, había experimentado esa situación con un alumno, ya que incluso en la cárcel, y siendo que la mayoría de reclusos provienen de sectores marginales de la sociedad, el alfabetismo es bastante alto. Por lo que se vio en la tesitura de abordar la pieza del alumno sin contar con la palabra o mensaje escrito.

Desde entonces, Coco experimenta con esta forma de universalidad del mensaje aplicada a través de la síntesis y de un uso inteligente de la retórica de la imagen.

 

 

Qué fue lo primero, la gallina o el huevo

Ser activista es algo que se lleva dentro, es una forma de vida. No se puede ser activista de forma parcial, fuera del horario laboral o los fines de semana. Todo lo que hagamos, lo que somos, como personas y como profesionales, tiene que tener una coherencia y un sentido. Para Coco, el Proyecto Cárcel supuso un círculo que se cierra, una razón para aportar algo a la sociedad desde lo que mejor sabe hacer.

Y si todos y todas hacemos algo, por poco que sea, en pro de la sociedad y/o el medioambiente, seguramente que dejaríamos a nuestros hijos e hijas un mundo más justo y saludable de lo que es ahora.

 

 

Más info de su labor, proyectos personales y cursos presenciales o virtuales en su web y redes sociales:

www.coco.com.ar

@cococerrella

Sobre el autor/a

David D'Eboli

Fundador y CEO de Blanc!

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