Conocer cómo funciona la mente es importante para crear un buen diseño. Si eres diseñador o diseñadora gráfica, todos los últimos avances que nos aportan las neurociencias cognitivas te van a ser de gran utilidad (LaBar & Cabeza, 2006).
Saber cómo percibe nuestro cerebro las imágenes, cómo funciona la memoria emocional o qué factores o sentimientos influyen más a la hora de tomar decisiones es una ventaja para crear tus diseños. En este post te vamos a introducir en algunas de las relaciones entre mente y diseño, y te daremos algunas claves para mejorar uniendo diseño y neurociencia.
Diseño y Neurociencia Cognitiva
Ante todo, es importante conocer a qué nos referimos cuando hablamos de neurociencia. La neurociencia es un concepto que define un área del trabajo científico que pretende conocer el funcionamiento del cerebro, y cómo ayuda a regular todos los sistemas del organismo. En particular, la neurociencia cognitiva es un campo más específico que se orienta a comprender cómo conocemos el mundo. (Pérez, Martínez, & González, 2016).
La neurociencia abre nuevas posibilidades para conocer y comprender mejor la naturaleza de la cognición y la conducta humana. Por tanto, conocer y comprender mejor al público al que llegamos puede influir en cómo interactuamos con ellos, nos ayuda a saber la importancia de cómo comprendemos el mundo y de los elementos que pueden afectar a las emociones y al comportamiento.
Diseñar es Comunicar
Los seres humanos son seres sociales por naturaleza; han evolucionado y sobrevivido gracias a su capacidad de comunicarse y cooperar entre ellos. Varios estudios han observado que, cuando las personas interactúan, el cerebro libera ciertas moléculas neuro-moduladoras como la oxitocina o las endorfinas, favorecedoras del aprendizaje y la consolidación de la memoria (Guastella et al.2008; Meyer-Lindenberg et al.2011; Wirth, 2015).
Por tanto, la comunicación favorece al desarrollo de las relaciones más constructivas con los elementos del entorno, y nos permite poder transmitir un mensaje de manera clara y efectiva y que llegue mejor al público. Por lo tanto, deberemos tener las habilidades comunicativas que nos permitan expresar nuestras ideas y hacérselas entender al público, comprendiendo y siendo conscientes de la cognición y la conducta humana.

Ilustración de Silvana Sohu
La Mente es Empática
Vinculado con este elemento encontramos el sentimiento de empatía, y la importancia de conectar con las personas. La empatía es la capacidad para interpretar, experimentar y representar mentalmente los estados emocionales de los demás (Tresserra, & Calvo-Sotelo, 2018). Si comprendemos a la persona o grupo de personas con las que trabajamos será más fácil llegar a ellas y en consecuencia, que llegue el mensaje que queremos transmitir.
Percepción, Colores y Emociones
Otro ejemplo de elemento significativo que puede afectar a las emociones y al comportamiento es el color. Diversos estudios se han ocupado del impacto mental del color, entre los que destaca el de Heller (2004).
Espacios con colores fríos (azul y verde) se relacionan con un mayor bienestar y una mayor sensación subjetiva de atención que espacios con colores calientes (rojo y naranja) (Gaines y Curry, 2011).
Los tonos cálidos (rojos, ocres y derivados) se asocian más a respuestas de excitación y motivación, mientras que los fríos (azules, verdes y similares) se vinculan a la calma y el reposo mental.
En conclusión, los nuevos avances en la ciencia del cerebro nos abren puertas a los jóvenes diseñadores para entender mejor cómo procesa el cerebro las entradas sensoriales, cómo se regulan los procesos de toma de decisiones y cómo influir en ellos. Actualmente, ya existen herramientas que nos permiten conocer el impacto emocional de un diseño en la mente. En el próximo post hablaremos de algunas de estas herramientas y profundizaremos un poco más en la relación entre la neurociencia cognitiva, el diseño y la creatividad.
REFERENCIAS
Gaines, K. S., & Curry, Z. D. (2011). The inclusive classroom: The effects of color on learning and behavior. Journal of Family and Consumer Sciences Education, 29(1):46-57.
Guastella, A. J., Mitchell, P. B., & Mathews, F. (2008). Oxytocin enhances the encoding of positive social memories in humans. Biological Psychiatry, 64(3), 256-258.
Heller, E. (2004). Psicología del color. Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. Barcelona: Gustavo Gili.
Meyer-Lindenberg, A., Domes, G., Kirsch, P., & Heinrichs, M. (2011). Oxytocin and vasopressin in the human brain: social neuropeptides for translational medicine. Nature Reviews Neuroscience, 12, 524-538
Pérez, M. P., Martínez, S. L. P., & González, M. Á. Á. (2016). ¿Cómo el diseño puede utilizar las neurociencias? Arquitectura y Urbanismo, 37(2), 83-87.
Tresserra, M. P., & Calvo-Sotelo, P. C. (2018). Arquitectura, neurociencia y educación. Revista Latinoamericana de Políticas y Administración de la Educación, (9), 149-165.
Wirth, M. M. (2015). Hormones, stress, and cognition: The effects of glucocorticoids and oxytocin on memory. Adaptive Human Behavior and Physiology, 1(2), 177-201