Este año decidimos que la comunicación gráfica de Blanc! se iba a realizar con un diseñador de proximidad, una persona que tuviéramos cerca para hacer crecer el proyecto conjuntamente.
En Vilanova i la Geltrú, ciudad donde se piensa y coordina Blanc!, tenemos la suerte de contar con Gerard Marín. Después de sus pasos por diferentes estudios de Barcelona, lidera su carrera como freelance y ahora en su propio estudio enfocado a la identidad y comunicación gráfica: Corvina i Turbot.
Hoy tenemos el placer de entrevistarle para que nos cuente todo y más sobre él y sobre cómo es dirigir la imagen gráfica de esta edición.
Para conocerte un poco, ¿qué hace especial a Corvina i Turbot?
Corvina i Turbot nace de la necesidad y el deseo de crear algo nuevo para mí. Tras unos meses de trabajo muy duros como lead designer para una startup muy reconocida vi claro que no iba por buen camino. Corvina i Turbot salió a flote y me devolvió a tierra. Ahora todo empieza de nuevo y supongo que esa ilusión renovada es la que nos diferencia a mí y a mi socia Neus de los demás. Experiencia tenemos un rato… y la ilusión, que había desaparecido, ha vuelto como por arte de magia.
¿Cómo has acabado trabajando la gráfica de Blanc! 2021?
Yo siempre he sido hincha de Blanc!, no me he perdido ninguna edición. Bueno sí, una, y fue por causa de fuerza mayor (me casé un 20 de octubre). Recuerdo en las primeras ediciones pensar lo bonito que sería poder diseñar algo tan especial y con tanta proyección. Tengo la suerte de conocer a David y a Raúl desde hace muchos años, pero nunca les confesé ese deseo. Con el tiempo y el trabajo bien hecho me ha llegado la oportunidad y no la voy a desaprovechar.
¿Cuál es el concepto de esta edición? ¿En qué os habéis inspirado?
Teníamos claro que queríamos crear algo conjuntamente y cocinado desde dentro, así que nos juntamos todos y prendimos los fogones. La idea de jugar con el número trece nos atrajo desde el principio (este año es la treceava edición), pero por otro lado era un recurso muy facilón y un tanto sobado, así que nos obligamos a darle una vuelta o sería descartado.
Un día leyendo el diario (si, los diseñadores también leemos) encontré un artículo que hablaba de la aparición de un nuevo signo del zodiaco, el 13º signo del zodiaco acababa de ser descubierto y los astrólogos modernos se ponían las manos en la cabeza. Me encantó la idea utilizar eso como punto de partida y se lo comenté al resto del equipo.
Empezamos a investigar y descubrimos la figura de Ofiuco, una constelación real ubicada entre la de Sagitario y la de Escorpio. Hasta la NASA confirmaba el hallazgo! A partir de ahí decidimos que Ofiuco, el 13º signo del zodiaco, nos guiaría y seguro nos llevaría a buen puerto (risas).
La información que encontramos al respecto era tan basta y a veces tan contradictoria que nos saturamos un poco así que decidimos crear nuestro propio Ofiuco. ¡Blanc! sería el nuevo 13º signo del zodicaco, el signo de los diseñadores! Empezamos a darle forma. Queríamos algo tipo totem, con cierto aire divino o incluso extraterrestre, pero que tuviera vida, que fuera orgánico, cambiante, maleable y con mucha personalidad como el propio festival.
Contactamos con los chicos de groc estudio y les explicamos que teníamos que crear un ente desde cero, un ser con los valores cromosomáticos del festival. Después de muchas pruebas por fin dimos con algo que nos encajaba y podía representar al festival. Trece piezas diferentes y cambiantes que al unirse formaban una de sola. Ya teníamos nuestro Ofiuco, nuestro nuevo signo, nuestra imagen para Blanc!
Paralelamente, trabajamos el tema tipográfico con el objetivo de reforzar un poco más el concepto. Partimos de las estructuras y jerarquías que los chicos de Pràctica marcaron para Blanc! (eso se va a quedar porque funciona y esta pensado con ese fin) e hicimos un poco el gamberro mezclando la Neue Hass Grotesk con la Black Mamba, una tipografía super gestual que aportaba la frescura y ese punto loco.
¿Qué te ha aportado colaborar con Blanc!?
No es la primera vez que colaboro con Blanc! Recuerdo que me encargaron la identidad de un workshop para Adidas del que tengo muy buen recuerdo y que me dio mucha visibilidad y generó nuevos proyectos. Gracias a ese trabajo llegaron a mí diferentes agencias de recruitment de Londres y Los Angeles y salieron cosas muy interesantes. Colaborar con Blanc! siempre ha sido sinónimo de buen rollo, libertad creativa y nuevas oportunidades.
Sabemos que trabajas la gráfica de otros festivales. ¿Qué se siente a la hora de diseñar para cultura?
He tenido la suerte de trabajar siempre para cultura: festivales de cine como el TIFF, de música como el VIDA, de radio y televisión como los premios ONDAS y ahora con Blanc! uno de les festivales de diseño más importantes del país. Lo bueno de trabajar para el sector cultural es que los clientes son mucho mas abiertos de mente y suelen confiar más en ti como profesional. Puedes hacer propuestas más arriesgadas e ir un poquito más allá del briefing o incluso hacer un contrabriefing y que lo acepten, cosa que en otros sectores es más complicado.
¿En qué momento decides lanzarte y trabajar por tu cuenta?
Siempre supe que quería ser mi propio jefe y poder controlar mis tiempos de ocio y trabajo, pero para poder hacer eso necesitaba formarme y encontrar clientes. Siempre he tenido muy buenos jefes que me han enseñado mucho, pero el click lo hice en Toormix donde me enseñaron a ver más allá y aprendí cómo gestionar los proyectos tanto desde un punto de vista de diseño como empresarial. Estuve cuatro años con ellos dando todo de mí y recibiendo mucho a cambio. El día que me vi preparado les dije que había llegado el momento de volar solo y lo entendieron perfectamente. Aún seguimos colaborando y eso creo que dice mucho de las dos partes.
Lo más difícil de trabajar por tu cuenta es encontrar clientes y fidelizarlos, todavía hoy sigo buscando la fórmula mágica. Los inicios son duros. Llamadas a puerta fría, trabajos mal pagados, etc. ¡Ah, y las rachas! Ahora lo petas y al cabo de unos meses eres lo peor, es un toma y daca al que acabas acostumbrándote. El truco es mantener viva la llama de tu amor por la profesión y el diseño en general, eso no te lo puede quitar nadie.
Compartes estudio con David D’Eboli, mistercarton y Pink Morro. ¿Qué te aporta compartir estudio con estos locos?
Buah es muy divertido, la verdad es que estamos todos bastante ‘payá’ pero inexplicablemente nos entendemos y, dentro de la locura de cada uno, está el respeto por el trabajo de los demás. Yo los admiro como profesionales, y como compañeros de estudio son geniales. En la Nau F siempre pasan cosas interesantes y no siempre están relacionadas con el diseño y eso es lo que la hace especial. Yo llegué el último y desde el primer día el trato fue muy familiar, eso sí, si no traigo croissants de chocolate se me enfadan.
Y para finalizar, ¿cómo te imaginas la gráfica de Blanc! 2022?
Estamos trabajando para que el año que viene sea todo muy especial y la gráfica es parte fundamental de ese proceso, así que tendremos que esforzarnos para estar a la altura. Ya hemos hecho las primeras reuniones y la cosa está en marcha pero no puedo adelantar nada.