La letra dice mucho de quién escribe, o al menos eso dicen. Seguro que si has llegado aquí es porque te has pasado un buen rato mirando tipos de fuentes, más de una vez has hecho scrolls infinitos en páginas de fuentes gratis, y, aún y así, no has dado con el tipo de letra que te robe el corazón. No desesperes, vamos a hacerte un 101 para que sepas defenderte y consigas un buen match.
Empecemos por el principio: ¿qué es el tipo de letra?
Vivimos rodeados de tipografía, este texto es un ejemplo. En los carteles que vemos cuando paseamos e incluso en las señales de tráfico. La tipografía, básicamente, es el estilo que le damos a esas letras que, dependiendo de su objetivo y función, será de una manera u otra.
¿Cuántos tipos de letras existen?
Existen miles y miles de tipos de letras, por eso las agrupamos en grandes familias. ¿Playa o montaña? ¿Serif o Sans serif? La primera clasificación de tipografías llegó de la mano de Francis Thibaudeau a principios del siglo XX. Como ha llovido mucho desde entonces, verás que cosas como la tipografía de graffiti o la tipografía de dibujos no entraban dentro del pronóstico de un hombre curtido en el siglo XIX como Thibaudeau. Por eso en esta clasificación, te incluimos también otras grandes familias:
La tipografía Serif o con Serifa.
Serían aquellas que nos recuerdan a la tipografía de una máquina de escribir, las de documentos oficiales o escritos “más serios”. La serifa es esa pequeña línea que hace de pie de las letras. En los tipos de letras de Word estas serían la times new roman, por ponerte uno de los ejemplos más clásicos, y provienen de las tipografía romanas talladas con cincel en la piedra.
Tipografía sans serif.
Son aquellas que tienen un aspecto más recto, también llamadas de «palo seco», pensadas para leerse mejor en pantalla. Estas letras no tienen este pequeño “remate” o serifa y tradicionalmente se las presupone más modernas. Una tipografía típica sería la Helvetica.
Caligráficas o Cursiva.
Imitan la escritura a mano, ligando una letra con otra, son de un estilo más ornamental. Es mejor usarlas con moderación para no sobrecargar los diseños.
Decorativas o fuentes Displays.
Están pensadas para causar impacto y tienen una personalidad, digamos más exuberante. Son de trazo grueso, normalmente las verás en cartelería o grandes aplicaciones. Su objetivo es ser visibles y reconocibles desde lejos, por eso muchos logos optan por esta opción.
Cómo elegir una tipografía para tu logo
Al igual que no vas a ir con lentejuelas a comprar el pan (aunque, si quieres, nos parece bien, no hacen falta excusas para brillar) escoger una tipografía adecuada para cada ocasión es fundamental. Si hablamos de una tipografía de logo, este será el primer impacto visual que reciban tus clientes potenciales: ¿Cómo quieres presentarte?
Antes de escoger la tipografía de tu logo, tienes que definir qué valores quieres transmitir. Quizás llevas una marca de calcetines que quiere transmitir elegancia o puedes ser una marca de ropa deportiva que busca conectar con el espíritu más aventurero de sus clientes. Tómate tu tiempo, ¿ya lo tienes claro? Bien, piensa cómo puede ayudarte la tipografía que escojas a la hora de transmitir tu mensaje. Una fuente con serifa puede presentarte como una persona más seria, mientras que la caligráfica le dará un toque más elegante y personal a tu negocio. En este caso no existen las fórmulas mágicas, todo dependerá de tu objetivo particular.
Un ejemplo: Tipografía de Instagram
Ya que hablamos de fuentes, una de las últimas actualizaciones de Instagram abrió la veda a un montón de posibilidades tipográficas en sus stories. Si te has preguntado alguna vez cuáles son las fuentes que usa Instagram para sus stories, te desvelamos ahora mismo el misterio:
- Moderna: Se trata de la Aveny-T Semibold, diseñada por A2-TYPE. Es un tipo de letra que recuerda a los posters y carteles de principios de los 2000.
- Neón: Es la fuente Cosmopolitan, de la familia de las fuentes caligráficas con su estilo ligado y elegante.
- Máquina de escribir: Si eres usuario del paquete Adobe, habrás identificado rápidamente esta Courier, inspirada en un modelo de máquinas de escribir muy popular en los años 50.
- Italic: Es la fuente Roboto Italic, de acceso libre en Google Fonts. Este tipo de letra tiene una buena legibilidad, muy presente en todos los productos del gigante de internet.
- Clásica: Inspirada en la Helvética, esta fuente no es otra que la San Francisco, con un aspecto algo más redondeado que la original. La puedes encontrar de forma gratuita en la web de apple.
- A mano: Diseñada expresamente para Instagram, cualquier parecido con la Comic Sans es pura casualidad.
- Arapey Italic: Otra fuente itálica, pero en este caso con serifa, diseñada por Eduardo Tunni. Se puede obtener de forma gratuita.
- Nota: Una revisión a la moderna un poco más gruesa. En realidad, es la fuente Wiescher Design.
- Old Standard: El toque de elegancia de la lista, una fuente con serifa de Alexey Kryukov.
¿Fuentes gratis o de pago? Licencias de fuentes
En este punto llega la gran pregunta que seguro que te ronda la cabeza desde hace un buen rato: ¿Cómo descargo una fuente y la aplico en mis diseños? Antes de ponerte a trabajar, es importante repasar los aspectos legales y de copyright de las fuentes.
En primer lugar, ¿qué uso vas a darle a tu tipografía? Si quieres usarla de por vida y sin muchos quebraderos de cabeza, si te has enamorado de una tipografía y la necesitas en tu día a día, lo mejor es comprar una licencia de copyright y ahorrarte problemas. Si usas programas como Microsoft Word, Illustrator o Photoshop, ya tienes ahora mismo una gran cantidad de fuentes a tu alcance, que has adquirido al comprar las licencias de dichos programas.
Si nuestra primera respuesta no te convence, aún tienes un montón de opciones. Existen fuentes libres de código abierto, multitud de fuentes online que puedes descargar de manera gratuita y legal. Muchas de ellas las podréis encontrar en Google Fonts, con multitud de opciones para todos los gustos.
Y si solo quieres usar una fuente para usos puntuales o solo algunas aplicaciones, otra opción son las fuentes con Copyleft, de acceso libre respetando las indicaciones del creador.
Aunque, si lo que quieres es dar personalidad a tu marca, nada como ponerse en manos de un experto y dejarse aconsejar para crear algo único.