Un viaje por el diseño posmoderno catalán y español
noviembre 14, 2020
“¿Diseñas o trabajas? La nueva comunicación visual. 1980-2003” es una exposición permanente de diseño gráfico en el Museu del Disseny de Barcelona, que ofrece un recorrido por la historia de esta disciplina en Catalunya y España durante el que se llamó “el boom del diseño», debido a una serie de acontecimientos que dinamizaron el sector, empezando por la muerte del dictador Francisco Franco.
La comisaria de la exposición, Raquel Pelta, sitúa en el año 86, con la designación de Barcelona como sede olímpica, el punto de partida para la proyección del diseño en la ciudad, en Catalunya y también en el conjunto del Estado: «la muerte de Franco, la llegada del PSOE al gobierno y la entrada de España en la comunidad económica europea representan un momento de euforia y revolucionan el diseño», dice Pelta en esta entrevista.

Dizy Diaz
Así, en los años 80 las empresas se ven obligadas a modernizarse y transmitir que son fiables y están a la vanguardia. El pensamiento posmoderno cuestiona los principios del diseño anterior, del movimiento moderno: la sencillez, el uso limitado de tipografías, el uso de la retícula, y la idea de que el diseño debe seguir un proceso racional, pautado y justificado.
Durante la década de los 90, el auge continúa con la internacionalización y consolidación de la profesión, y con la llegada del ordenador Macintosh en 1992, recuerda Pelta, se empieza a experimentar con tipografías. Los 90 están caracterizados por una gran libertad de expresión, periodo que dura hasta el 2003, cuando se celebra el Año del Diseño y se considera, con la expansión de Internet, el final de un ciclo. Es en este momento cuando el discurso del diseño hace un giro y se empieza a hablar de diseño de servicios y de diseño social. También crece el número de mujeres en el sector, que con precursoras como Pati Núñez, Rosa Lázaro, Sonsoles Llorens o Toni Miserachs empiezan a hacerse suya la disciplina.
Las corrientes de pensamiento que se iban sucediendo a lo largo de los años marcaron significativamente el devenir del diseño. Las teorías posestructuralistas del lenguaje, como por ejemplo la deconstrucción, cuestionaron los opuestos binarios bueno/malo, alto/bajo, hombre/mujer; y se empezó a dar importancia no solo a lo que se decía sino a cómo se decía. Esto, señala Pelta, llevó a experimentar con la forma: «No es lo mismo elegir una Helvética, que es una tipografía sin ornamento, limpia y moderna, que elegir una tipografía que tenga mucho ornamento. Estás diciendo otra cosa».
El viaje que hace “¿Diseñas o trabajas? La nueva comunicación visual. 1980-2003” por la historia reciente del diseño en Catalunya y España nos muestra hasta qué punto esta es una actividad social, afectada y condicionada por el entorno y por los acontecimientos que tienen lugar en un tiempo y un espacio determinados. El nombre de la exposición, –la propia pregunta “¿diseñas o trabajas?”– hace un guiño a una expresión que se hizo célebre durante ese período, a modo de broma, que simbolizaba la popularidad pero también la frivolización del diseño, a pesar de que fue una época de grandes retos profesionales en que este se desarrolló a un ritmo y a una intensidad que no se habían visto hasta entonces.
En la muestra se recogen trabajos tan diversos como: imágenes corporativas, proyectos institucionales, trabajos editoriales, libros, revistas, packaging, carteles, y muchos otros formatos de autorías del período de gran renombre como Enric Satué, Isidro Ferrer, Mariscal, America Sanchez, Oscar Mariné, Yves Zimmermann, Toni Miserachs, Marisa Gallén y los estudios Grafica y BaseBCN, entre muchos otros.

Dizy Diaz

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