Diseñamos, maquetamos, creamos… pero cuando toca vender, la cagamos
A ver, sinceramente: ¿cuántas veces has tenido una propuesta buenísima, preciosa, con retícula suiza y tipografía divina… y aún así te han dicho que no? ¿O peor aún, te han pedido “algo más comercial”? ¿Te suena? Exacto.
La realidad es que a las diseñadoras gráficas nadie nos enseñó a vender.
Y no hablamos solo de cerrar presupuestos (que también, amigas freelance). Hablamos de vender ideas. De convencer a un jefe, a un cliente o a un comité de marketing sin alma de que esa propuesta valiente, disruptiva y arriesgada que les estás presentando es la correcta.
Porque vender no es hacer de comercial.
Es comunicar con intención. Escuchar con estrategia. Hablar con ritmo. Y conectar desde la verdad.
Por eso te traemos este decálogo con 10 tips que te van a ayudar a comunicar mejor y vender sin perder tu esencia.
Y no, no necesitas un máster, solo entrenar tus superpoderes blandos, afilar tu voz como si fuera una herramienta más de diseño, y practicar esa mirada de tiburón que tanto te jode que te pongan algunos clientes.
1. Escucha de verdad (no finjas mientras piensas qué vas a responder).
Si no sabes dónde está el dolor de tu cliente, no puedes solucionarle nada. Escuchar es tu mejor superpoder. Y sí, incluye leer entre líneas, pupilas dilatadas y cejas traicioneras.
2. Tu objetivo no es hablar bonito, es que te entiendan.
Da igual si usas la palabra “disruptivo” o “diseñísticamente emocional”: si la otra persona no ha entendido tu idea, no has vendido nada.
3. Domina los silencios como si fueras Beyoncé en una pausa dramática.
Los silencios incomodan… y por eso son poderosísimos. Haz una pausa y deja que el otro hable. Te dirá más de lo que imaginas.
4. Provoca reacciones (sin miedo).
Si tu interlocutor no muestra emociones, lánzale preguntas. Incómodo en positivo. Que sienta que su opinión importa. ¡Porque importa!
5. Habla con tu voz, no con un guion.
La entonación es el hilo invisible que sostiene la atención. ¿No quieres que se duerman a los dos minutos? Cambia el tono, sube, baja, juega. No eres Alexa, eres humana.
6. Respira como si fueras a dar un concierto. Porque sí, vas a dar uno.
Sin buena respiración, no hay voz que aguante ni idea que llegue clara. Aprende a usar el fuelle. Tu voz lo agradecerá y tus ideas también.
7. Vende transformación, no entregables.
No digas “te hago un logo”. Di: “Voy a ayudarte a parecer más profesional, más deseable, más memorable”. El logo va de regalo.
8. Usa ejemplos visuales. Siempre.
Si puedes mostrar, no expliques. Nadie se emociona con una descripción, pero sí con una historia, una maqueta o un caso real.
9. Mantén el foco en el otro.
No se trata de ti, se trata de lo que el cliente siente, necesita y teme. Si lo haces sentir entendido, el resto viene solo.
10. Sé tú, pero un poquito más estratégica.
No pierdas tu autenticidad. Solo entrena tu forma de expresarte para que sea clara, empática y con intención. No finges, afinas.
Bonus tip muy Blanc!:
Hazlo con humor, porque reír crea vínculo y el vínculo crea confianza. Y si hay confianza, hay venta.
Sobre el autor/aDavid D'EboliFundador y CEO de Blanc!Web |
